lunes, 9 de junio de 2014

Los ojos del bosque.

Hola!!

Qué tal? Os presento a una autora que descubrí por una recomendación y que me encantó su libro: Los ojos del bosque, de Lydia Leyte.

Cristina Olabide lleva casi toda su vida adulta tratando de sacar adelante sus dos negocios: una colección de prendas de abrigo de inspiración rústica y la casa rural que ha instalado en el torreón familiar en el que vive.
Un buen día una importante promotora bilbaína decide construir un hotel con spa y campo de golf en el mismo pueblo, una idea de Bruno L. Elorza, dueño y director de la empresa. Se conocen y sin saber quiénes son no pueden contener la pasión que surge entre ellos. Sin embargo, unos ojos los acechan desde el bosque…


Me gustó tanto la historia, que la verdad es que no sé ni por dónde empezar…
Como os dije arriba, no conocía a la autora, pero no me arrepiento ni un segundo de los tres o cuatro días que le dediqué a su novela; es más, ojalá me hubiese durado meses!! Me pareció un placer perderme por los parajes que rodean la Torre Olabide, conocer a sus gentes, asistir a la construcción de potenciales enemigos que se transforman en inesperados amigos…

Cristina Olabide está acostumbrada a mandar, a hacer lo que cree conveniente sin consultar; decidió luchar por su herencia y pese a que las deudas la ahogan, ahí sigue al pie del cañón. Además es una persona que no lo tuvo fácil, puede parecer que lo tuvo todo, pero no tuvo nada, hecho que dejó una enorme huella en su carácter y cosa que admiro totalmente (tenemos ciertos rasgos muuuy parecidos). Por su parte, Bruno sabe mandar y le gusta mandar, trabaja duro y no acepta un no por respuesta y veremos que es capaz de armarse de infinita paciencia para conseguir lo que se propone…

Poco a poco y gracias a los grandes esfuerzos de Bruno vamos conociendo la historia de Cristina, el por qué de su carácter tan hermético, pero que acabará sucumbiendo a los encantos del joven, como toodo el pueblo acaba haciendo. La verdad, es que no lo hace nada mal  ;)

Por otra parte, tenemos el elemento del suspense y del misterio: quién acecha a Cristina? Por qué esos ojos la vigilan en sus paseos con Zar, su adorado perro? Es al final de la novela cuando se nos descubren estas dos incógnitas, pero no sin hacérnoslo pasar mal. Para mí es un placer que un libro consiga meterme tanto en la historia que al final sea yo quien lo pasa peor que la protagonista, de verdad que lo es; porque considero que esa debe ser la finalidad, la meta de cualquier escritor: atrapar al lector. Y Lydia Leyte lo consiguió de maravilla.

Si bien a ratos se me hacía un pelín lento el avanzar de la historia, reconozco también que en parte era por las ganas que tenía de seguir leyendo esos enfrentamientos entre los dos protagonistas. Aún así, es cierto que algunos momentos parecían rodeos, a mi humilde entender, innecesarios, pero que tampoco desmerecen el conjunto de la historia: una historia narrada muy bien, con unas descripciones que conseguían llevarte a ese lugar mágico y unos personajes que tardarán en irse del recuerdo…

Conocíais a la autora? Encarecidamente os la recomiendo, porque no hace falta irse al extranjero para encontrar verdaderas maravillas de nuestras letras.


Hasta la próxima entrada   ;)

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