domingo, 18 de enero de 2015

Desde donde se domina la llanura.

Hola!!

¿Qué tal? Os traigo hoy, en esta lluviosa tarde, la segunda parte de la trilogía de las 'Guerreras' de Megan Maxwell, Desde donde se domina la llanura. Sin más preámbulos, vamos a ello.



Gillian es conocida entre los miembros de su clan como la Retadora por su carácter indomable, que siendo su mayor atractivo es también su gran maldición. Enamorada de Niall desde la infancia, juntos vivieron una bonita historia de amor que se rompió cuando éste partió a luchar junto al rey de Escocia sin despedirse de ella. Gillian se juró entonces que jamás lo perdonaría. Niall, por su parte, es tan testarudo y orgulloso como su amada. Ahora que ha regresado y vuelven a encontrarse, ninguno de los dos está dispuesto a dar su brazo a torcer. Cada uno ha sufrido a su manera la ausencia del otro. Pero la vida es caprichosa, y la pasión que sintieron en el pasado comienza a apoderarse de ellos de nuevo. ¿Serán capaces de resisitirse?




En este caso conocemos la historia de Niall McRae, hermano de Duncan, y de Gillian McDougal, una de las mejores amigas de Megan, a la que conocimos ya en el primer libro. El tema no es original, me explico: la historia en sí es un poco más de lo mismo y en general me dio la sensación, todo el tiempo, de estar leyendo al hermano pequeño de la otra novela.

Tanto los personajes principales, Niall y Gillian, como la propia historia daban la sensación de necesitar a los primeros para funcionar, como si fuesen de la mano de Deseo concedido. Esperaba con muchas ganas leer este libro, me había enamorado locamente de Niall en el primero, pero me llevé una desilusión al ver que las páginas avanzaban y no llegaba ese momento álgido que sí vi en el anterior; pero lo peor, para mí, fue que para acabar la historia tuviese que venir Megan para resolverlo todo, apoyando mi teoría y sentimiento de que este no tenía la fuerza suficiente.

Es como si toda esa fuerza estuviera sólo en el primero y es este el que tira del carro de los demás: Niall es el hermano pequeño de Duncan y su libro igual. Además de que en ciertos momentos la cabezonería de Gillian es demasiada y me saca de quicio, algo que ya pasara algo en el anterior.

Lo que sigue siendo maravilloso en este libro son los paisajes que nos presenta la autora, parece que estás allí mismo y debe de ser precioso. Pero para mí, por desgracia, esto en esta ocasión no es suficiente para borrar el error de infravalorar a los protagonistas, sobre todo a él. Quizás esperaba demasiado porque era mi favorito y ya se sabe lo que pasa cuando alguien espera mucho, pero no sé... Desde las primeras páginas tuve la impresión de que estaba leyendo al hermano pequeño de Deseo concedido y esa sensación continuó hasta el final, reforzada cuando vino Megan a salvar la situación (Megan y medio regimiento, como pasó en el segundo de Pídeme lo que quieras, si no recuerdo mal).

En fin, y a vosotras, ¿qué os pareció? ¿Tuvisteis esa sensación que os comento u os encantó?



Hasta la próxima entrada ;)

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