viernes, 17 de julio de 2015

La Restauradora.

Hola!!

¿Qué tal? Espero que todo bien… Hoy os traigo una reseña de una novela que, la verdad, devoré en menos de una semana (algo que últimamente no me pasaba). Se trata de la primera entrega de la trilogía La Reina del Cementerio de Amanda Stevens: La Restauradora.




Nunca reconozcas la presencia de una fantasma. Nunca te alejes demasiado de un campo sagrado. Nunca te relaciones con aquellos que están acechados. Nunca jamás tientes al destino. Esas eran las reglas de mi padre, yo nunca las había roto. Hasta ahora. 
Su nombre es Amelia Grey, una restauradora de cementerios que ve fantasmas






Lo que más me llamó la atención de la sinopsis fue la profesión de Amelia y fue uno de los elementos que me animó a coger la novela del estante en el que estaba. Tanto me animó, que ya tengo en mi poder las otras dos entregas y ya empecé la segunda.

Poco a poco me fui sumergiendo en la historia de la mano del estilo fluido que tiene Amanda Stevens, ya que hacía un tiempo que una novela no me enganchaba así. Lo dicho, la historia va avanzando, tenemos la trama paranormal, las circunstancias de cada día que vive la protagonista, Amelia, y la trama romántica, que no es la principal, si no que es un apoyo, un complemento de la trama importante: el asesinato que hay que investigar.

La autora sabe conjugar todos estos elementos para que no se solapen, para que cada uno ocupe su lugar y vayan dando forma a la historia de Amelia con Devlin y todo el conjunto de seres paranormales que van apareciendo; la relación entre los protagonistas va avanzando poco a poco, sin agobios pero con buen paso.

El final es cerrado pero abierto… Es decir, digamos que la trama principal queda acabada, pero no todos los hilos argumentales son finiquitados, sino que quedan en el aire, a ver cómo se solucionan.

En conclusión, os recomiendo esta novela, que la verdad me sorprendió más de lo que esperaba y hace pasar un rato entretenido.



Hasta la próxima entrada   ;)

jueves, 2 de julio de 2015

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo

Hola!!

¿Qué tal todo? Hoy os traigo la reseña de mi lectura más reciente, que os anunciaba en el post anterior sobre las últimas adquisiciones; se trata de Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, de Albert Espinosa.

Mi don... Es difícil de explicar. Cómo aprendí a utilizarlo es mucho más extraño de relatar. Pero deseo hacerlo. Deseo contároslo. Hay cosas, detalles pequeños que forman parte de uno mismo y te hacen ser como eres. Y el don era algo que me definía. Aunque lo utilizaba muy poco. Hacía que me sintiera más vivo. Si hubiera tenido conectado el don cuando vi a la chica del teatro quizá no hubiera experimentado lo mismo por ella. Lo que sentí fue primario, fue muy auténtico. Cómo la podía añorar tanto sin conocerla. El ser humano es mágico e indescriptible. Notaba algo especial al volver a recordarla. Una confianza que no debe surgir entre desconocidos pero que a veces existe y es más intensa que la que sientes por alguien que forma parte de tu entorno desde hace más de veinte años. Ella no se había percatado de mi presencia, no había sentido cómo mis ojos no le habían quitado la mirada ni un solo instante.


La sinopsis pinta interesante, pero fue el título lo que más me llamó la atención del libro; un título que ocupa la portada. Esta es una novela que se lee en un suspiro, en dos tardes ya la acabas y el estilo del autor es fluido, no se hace nada pesado y notas cómo va avanzando la trama sin mayores problemas.

La trama… Cuando leí la sinopsis me hice una idea sobre el argumento, pero a medida que iba leyendo me iba dando cuenta de que al final no tiene nada que ver con lo que pensaba en un principio, pero no quiero decir que esto sea malo, si no que es sorpresivo porque ni de broma me hacía esta idea.
El caso es que el argumento mezcla una historia que podría ser real con otra fantástica, de ciencia ficción; no quiero entrar en grandes detalles porque merece la pena descubrir este entramado mientras se va leyendo para que no pierda su magia, pero si os aviso que este libro no es lo que parece.

Lo único que me disgustó del conjunto fue que el final me pareció algo precipitado, algo rápido la última parte y que no se le sacara más partido al tema de dejar de dormir (si, leísteis bien, dejar de dormir), que en un principio parece el tema fundamental, pero que poco a poco va quedando en un segundo plano. Aunque por cómo avanza la trama, tampoco es un delito que sea así.

En definitiva, una novela cortita que os recomiendo sí o sí. Yo por mi parte, me apunto más títulos de este autor, porque después de esta historia sé que las demás me van a gustar.



Hasta la próxima entrada   ;)