miércoles, 14 de septiembre de 2016

El Camino de las Sombras

¡Hola!

¿Qué tal va todo? Espero que bien… Pues hoy vengo a contaros mi humilde opinión sobre la primera novela de la trilogía El Ángel de la Noche, El Camino de las Sombras, de Brent Weeks.

A sus 11 años, Azoth ha aprendido a juzgar a la gente a primera vista; en realidad, le va la vida en ello, pues forma parte de una de las bandas de huérfanos que roban y malviven en las peligrosas calles de la metrópoli de Cenaria. Bandas en las que los pequeños son tiranizados por los mayores, en las que únicamente sobreviven los más fuertes, los más rápidos, los menos inocentes. Su única posibilidad de escapar a la miseria y al miedo constantes es convertirse en aprendiz de asesino. Y no de cualquier asesino, sino del mejor: Durzo Blint. Para ser aceptado por Blint, Azoth deberá demostrar que tiene aptitudes para el «oficio» que desea aprender. También deberá pagar un elevado precio: empezar de cero con una nueva identidad. Diez años después, el joven Kylar Stern se pasea por Cenaria. Entre sus mejores amigos se cuenta Logan Gyre, heredero de una gran familia de la nobleza y uno de los pocos que podría disputar el trono al loco rey de la metrópoli. Son tiempos turbulentos. Las familias nobles están enfrentadas. En el Sa’kagé, la gran organización del hampa que mueve los hilos de los ricos y los pobres en la ciudad, se ha abierto una lucha por el poder. Y una amenaza del exterior empieza a planear sobre Cenaria.


Con esta novela digamos que tuve un rifirrafe: hace unos años empecé a leerla, pero al tercer capítulo (unas veinte páginas igual) decidí que este mundillo de Azoth no era para mí, así que dejé el libro apartado; craso error por mi parte, pues ahora que le di nuevamente una oportunidad, no entiendo cómo me rendí de aquellas. No diré tampoco que fue la mejor historia que leí en mi vida, porque tampoco es así, pero ahora que la acabé no sé qué me pudo pasar por la cabeza para abandonar a la primera de cambio.

La historia que nos cuenta engancha, no lo vamos a negar, y realmente no acaba siendo tan simple o sencilla como pueda parecer en un primer momento; su avance es más que lógico y lleva un ritmo perfecto, no cuesta seguir los acontecimientos y no tiene tampoco partes demasiado lentas. Incluso cuando los personajes, sobre todo Azoth, se para a sopesar decisiones o a pensarse más las cosas no tienes la sensación de aburrimiento, puesto que así puedes conocer mejor a cada uno de ellos.

Los personajes están muy bien construidos, no tienes la sensación de ver rasgos repetidos ni decisiones que no cuadren con sus personalidades, aunque esto no quita que haya alguna sorpresa, pero siempre dentro de límites lógicos. La verdad es que en conjunto es una novela bien hecha, pensada, que te deja con ganas de saber más de esta gente, de saber cómo continúan sus vidas después de los acontecimientos que aquí tienen lugar.

Por ello, os animo a leer esta novela y a continuar con las dos siguientes, que seguro que no me decepcionan. ¿Alguno conocía ya las peripecias de Azoth y compañía? ¿Qué opinión os merecen?



Hasta la próxima entrada   :)

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